Conozca cuatro datos básicos sobre el aceite de motor
El aceite lubricante es un producto esencial a la hora de mantener en óptimas condiciones el motor de un vehículo y optimizar la vida útil de sus piezas. Además de reducir la fricción entre los elementos metálicos para reducir su desgaste, el aceite limpia y regula la temperatura del motor.
Con el fin de que los usuarios comprendan la importancia que el lubricante cumple en el vehículo, Mario Sorrosa, ingeniero de Lubricación de Mobil Ecuador, explica cuatro aspectos básicos sobre su composición y beneficios.
Existen varios tipos
En el mercado se ofrecen aceites minerales y sintéticos. La diferencia entre unos y otros radica en el método con el que se ha obtenido el aceite base, que es el ingrediente principal de su formulación. Los lubricantes minerales se obtienen de la refinación convencional del petróleo, mientras que los sintéticos se obtienen de procesos de síntesis química mucho más complejos.
Estos últimos mantienen sus propiedades por más tiempo, lo cual reduce el número de cambios en un motor y su utilización está recomendada especialmente para motores más modernos.
Son multigrados
Un aceite multigrado está formulado para proteger a los motores de combustión interna cuando hay fuertes cambios de temperatura. El líquido es mucho más estable al momento de someterse a presión y ponerse en contacto con las diferentes piezas del motor.
El color no es un indicador de reemplazo
Que el aceite lubricante usado tenga un color negro no significa que no está cumpliendo a cabalidad con su función limpiadora y necesite un cambio. La combustión genera hollín y diversos residuos que el lubricante recoge, los cuales hacen que su color se oscurezca.
El indicador para determinar que ha culminado la vida útil del lubricante es el kilometraje recorrido. Por lo general, los aceites sintéticos duran entre 9.000 y 10.000 kilómetros y los minerales entre 3.000 y 5.000 km.
Neutralizan los ácidos de la combustión
El aceite tiene una propiedad llamada TBN (Total Base Number) o reserva alcalina, la cual se encarga de neutralizar la formación de gases ácidos generados durante la combustión, lo cual es particularmente relevante para los vehículos a diésel, dada la alta concentración de azufre que ese combustible tiene en el país.