La transformación es la clave de las camionetas
Las pick up nacieron de la necesidad de transportar cargas livianas de un punto a otro. Los lugares de difícil acceso fueron el medio natural en el que se desenvolvieron. No obstante, su uso no se limitó a estos territorios, sino que también fueron utilizadas en las ciudades para impulsar el desarrollo y trabajo de los pequeños, medianos y grandes negocios.
Como parte de una estrategia global, que satisficiera las necesidades de un público cada vez más demandante, los fabricantes de automotores debieron expandir su cartera de productos e incursionar en la producción de camionetas para el gran público. De esta forma nacieron las primeras camionetas livianas en el mundo.
En Ecuador, la presencia de estos modelos empezó por los años sesenta. Sin embargo, no fue sino hasta los setenta que las primeras unidades fueron ensambladas en el país. Hasta ese momento, los productos que se comercializaban tenían procedencia japonesa, principalmente.
Hugo Vargas, especialista en la industria automotriz, asegura que las camionetas evolucionaron acorde a las necesidades de las personas y de acuerdo a los cambios tecnológicos de cada época. “En un inicio, allá por los años setenta, las camionetas eran bastante austeras. La mayoría tenían motores de cuatro cilindros con carburador, hacían gala de una simpleza total y mantenían la forma antigua de construcción de carrocerías; es decir, poseían canales sobre el techo y las ventanas para desfogar el agua en caso de lluvia”, relató.
El experto señala que las camionetas livianas estaban pensadas para el trabajo. “Estos vehículos tenían una simpleza tremenda. Entre los principales elementos que se podrían encontrar en su interior estaban: perillas para las plumas y luces, un radio muy básica con botones, un ventilador de aire caliente o frío y una caja de cambios de cuatro marchas más el retro. Su uso era para trabajar”, explicó Vargas.
Un hecho que cambió la realidad de las camionetas en el Ecuador fue el fin de la restricción en la importación de vehículos en noviembre de 1992. “Esto permitió que la tecnología y la innovación empezará a revolucionar el segmento de las camionetas, mejorando así la cilindrada, el tamaño y las prestaciones de las mismas”, replicó el erudito. A juicio de Vargas, estos acontecimientos permitieron que un mundo tecnológico se adueñara del segmento desde esa época para revolucionarlo totalmente en los siguientes años. Actualmente, estos automotores gozan de una gran aceptación por parte del público ecuatoriano en sus diferentes versiones.