Juegos Olímpicos y Automovilismo: Una Breve Historia
Hace 124 años, durante la segunda edición de los Juegos Olímpicos de la era moderna celebrados en París en 1900, el automovilismo formó parte del evento. Aunque hoy en día el automovilismo no está asociado con los Juegos Olímpicos, en 1900 se disputaron 14 pruebas automovilísticas como parte de las competencias olímpicas, coincidiendo con la Feria Mundial.
Los Juegos Olímpicos de París 1900 se caracterizaron por la falta de una organización estructurada y un programa oficial, extendiéndose por cinco meses con una variedad de pruebas, algunas de las cuales no fueron posteriormente reconocidas por el Comité Olímpico Internacional (COI). Entre las competencias no oficiales se incluyeron la pesca con caña, carreras de globos aerostáticos, carreras de palomas y las pruebas de automovilismo.
Para las competencias de automovilismo, se convocó a las principales constructoras de la época, recibiendo una respuesta mayoritaria de firmas francesas como Renault, Peugeot, Delahaye, Serpollet y Panhard-Levassor. Las 14 pruebas incluyeron categorías variadas como carros de seis plazas, taxis, camionetas de reparto y camiones de bomberos. Las listas de participantes se elaboraron con la marca del fabricante en lugar del nombre del piloto, por lo que no se conservan registros completos de todos los pilotos.
La competencia más destacada fue una carrera de ciudad a ciudad, París-Toulouse-París, en la que Louis Renault, uno de los fundadores de la marca Renault, se proclamó ganador en la categoría de autos chicos.
Desde aquellos Juegos Olímpicos de París 1900, el automovilismo no ha vuelto a formar parte del programa olímpico de verano. La última vez que un vehículo de motor compitió en los Juegos fue en Londres 1908, con una carrera de lanchas. Sin embargo, hubo un destello de esperanza en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, con una prueba de exhibición de karts eléctricos, sugiriendo un posible retorno del deporte motor a la justa olímpica en el futuro.
Aunque la Federación Internacional del Automóvil (FIA) cuenta con el reconocimiento del COI desde 2012, no se ha presentado una propuesta formal para incluir el automovilismo en futuras ediciones de los Juegos Olímpicos. No obstante, los valores del movimiento olímpico, como la excelencia y la competencia justa, también resuenan en campeonatos como la Fórmula 1, que busca sacar lo mejor de pilotos y atletas.
La historia del automovilismo en los Juegos Olímpicos es un recordatorio de la diversidad y evolución del deporte, y mantiene viva la esperanza de que algún día pueda volver a formar parte de este prestigioso evento.