¿Furia al volante? Siete consejos para evitar el "síndrome de Hulk”
El Trastorno Explosivo Intermitente (TEI) se manifiesta con episodios de comportamiento agresivo y violento o explosiones verbales en las que el afectado reacciona bruscamente y de manera desproporcionada a la situación. Con estos tips podrás evitarlo.
El día está hermoso. El Sol brilla, y a la distancia la autopista dibuja una postal encantadora recortándose en un cielo azul de película. Pero el ensueño dura poco: un ómnibus pasa a milímetros del auto, borrando el encanto y provocando la temida explosión de furia. Ahora Hulk está al volante. Descontrolado, el conductor quiere venganza. Con los ojos inyectados de sangre, primero muestra su enojo tocando bocina sin parar al tiempo que inicia una persecución alocada contra su agresor dedicándole toda clase de insultos y obscenidades. Y si lo alcanza, intentará agredirlo.
¿Que es el Transtorno Explosivo Intermitente?
El Trastorno Explosivo Intermitente (TEI), también conocido como “síndrome de Hulk”, implica episodios repetidos de comportamiento impulsivo, agresivo y violento o explosiones verbales enojadas en las que el afectado reacciona bruscamente y de manera desproporcionada a la situación. En el ámbito doméstico las conductas agresivas, tirar o romper objetos, o bien otros signos de pataletas pueden ser síntomas de TEI. Quienes padecen esta patología pueden agredir a otras personas o dañar sus posesiones, causando lesiones corporales y daños a la propiedad, obviamente, incluyendo los autos.
Según los especialistas, por lo general, las erupciones explosivas duran menos de treinta minutos y pueden ocurrir en grupos o estar separadas por semanas o meses. Los episodios agresivos pueden ir antecedidos o acompañados por irritabilidad, aumento de la energía, saña, pensamientos agresivos, hormigueo, temblores, palpitaciones, opresión en el pecho, sensación de presión en la cabeza, depresión, cansancio o alivio.
La causa precisa del TEI es desconocida, pero probablemente responda a un número de factores ambientales y biológicos. Entre ellas, puede haber un componente genético, provocando un trastorno que se transmite de padres a hijos; mayor porcentaje de serotonina, un mensajero químico importante en el cerebro en las personas con TEI; la mayoría de las personas con este trastorno creció en familias en las que el abuso verbal y físico son comunes.
«Síndrome de Hulk”, guía práctica para evitarlo
El abuso de substancias como drogas o alcohol, antecedentes de abuso físico, la edad (adolescentes y adultos jóvenes) y el género (ser hombre) pueden ser factores que potencian estas reacciones violentas. Sin embargo cuando se trata de evitar esa explosión cuando estamos al volante de un automóvil, una guía práctica desarrollada por la psicóloga Vânia Calazans y publicada por el medio brasileño AutoSporte puede ayudar:
1- Cuente hasta diez. Esta es la receta más antigua para llamar a la calma ante una situación estresante. Funciona.
2- ¿Conocer el yoga de mano? Es adecuado para los momentos en los que hay atascos. Cuando esto sucede, estire los brazos sobre el volante y mueva los dedos, doblándolos de forma individual, acción que aumenta el flujo sanguíneo.
3- Escuche historias. Siempre es relajante. Escuche la radio, también es bueno utilizar audiolibros especialmente producidos para ejecutar en el auto. Sólo tenga cuidado de no dormirse.
4- Mejorar el medio ambiente de su coche. Cuelgue dibujos de sus hijos, pinturas de maestros que admira o incluso imágenes que inspiran paz y tranquilidad.
5- Meditar en el auto es posible. Repetir las palabras como «paz» y «amor» para calmar la mente. Esto, sin duda, producirá relajación en el cuerpo.
6- Beba agua. Lleve una botella de agua y adopte la costumbre de dar sorbos a menudo. El agua sigue siendo la mejor medicina.
7- Escuche música. De su elección. Pero es aconsejable optar por la más tranquila, baladas románticas, música clásica.
El TEI no tiene una causa específica. Sin embargo, muchos factores pueden condicionar su aparición. Puede ser más frecuente entre hombre jóvenes.
CUÉNTANOS…
¿Has experimentado alguna vez una situación estresante al volante?
¿Cómo reaccionaste?